I
Hay lugares de los que no se vuelve.
Un@ intenta volver. Pero se queda
como Dama de Lot, en la vereda
hecha estatua de sal, y se disuelve
con un golpe de viento despiadado
o una lluvia de azúcar sin sentido,
escribiendo en la alfombra del Olvido
un poema que fue mal destinado.
II
Hay lugares en los que no se avanza.
Un@ trata de ir hacia adelante
pero un muro con fuerza de elefante
resta brío, firmeza y esperanza.
Una rata en la caja sin cubierta
va chocando y sangrando las paredes,
(no comprende que son su propias redes)
que esa caja… ha estado siempre abierta.
III
Hay amores de los que no se puede
regresar hacia el punto de partida,
ni seguir caminando por la vida,
porque bajo los pies… la tierra cede.
Se abre en grietas profundas con fragor,
como un Ángel del Mal fagocitando
corazones que fueron naufragando
en el Mar Infinito del Error.
IV
Yo no logro moverme. Si lo ves
en el fondo del mar, que no te asombre
que acuñado sobre él esté Tu Nombre,
y te pido… ¡ te ruego ! (si podés)
me lo envíes a casa por correo
en un sobre – no importa que se raye…-
(ya sabés bien mi número y mi calle)
respetándome este último deseo.
V
PD:
¡Ah…!
(Y si acaso te animaras a intentarlo)
y el que es Tuyo se incluyera en el Envío,
lo pondría bien juntito con el Mío
para nunca más, mi vida, separarlos...
para nunca más, mi vida, separarlos...