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EL RINCÓN DE LA MITOLOGÍA GRIEGA...










Hoy nos ocuparemos de la bella TURRÍSIME
(en griego antiguo: Tφροδίτη)
que en la mitología griega, es la deidad de la poesía con rima, hija de ZEUS y la hermosa mortal RAPIDÍTES.
TURRÍSIME surge de un manchón (bastante grande...) de tinta que se le tumbara a ZEUS arriba de la cama, mientras estaba firmando decretos olímpicos con RAPIDÍTES, en una escena de celos en la que su legítima esposa HERA, entrara ¨de sopetón¨ en el dormitorio, y le tirara con una olla de oro y plata, al divino marido, acertándole justo en el medio de la cabeza, celosa y furibunda por (otra) de sus infidelidades.
El equivalente romano de TURRÍSIME, es la diosa TURRIS.
De las 2.506 obras escritas por esta famosa lírica, sólo se ha encontrado (1) una ¨ELEGÍA¨ no muy académica, dedicada al amor de su vida, el célebre poeta griego PAPARULÓN,
cuyo argumento de lamentaciones gira en torno a que el indiferente caballero no la ¨ELEGÍA y no la ELEGÍA…¨
Se dice que la bella TURRÍSIME se suicidó (no muy) joven, cortándose las venas con una pluma de ¡GANSO! …
por causa del amor no correspondido del estoico PAPARULÓN.
Seguidamente, transcribiremos una ADAPTACIÓN MODERNA de la obra original, en formato de glosa.




Con Ustedes, la obra:







POEMA MITO.../LÓGICO DE UNA FRACASADA...


Ni granjeándome un laurel,
ni sacándome la ropa,
ni bañándome en su copa,
conseguí enlazarlo a él…


I
Cinco millones de versos
en una pila de años,
cargos, costas, tumbos, daños,
facebook, blogs, libros diversos,
dos mil resmas de papel…

y no logré conquistarlo,
seducirlo, entusiasmarlo,

¡ni granjeándome un laurel!

II
 Comercio ilegal de manos,
uso y abuso de piernas,
suspiros como galernas
anunciando los veranos
más calientes que una sopa…

y fue imposible hechizarlo,
derretirlo, trastornarlo,

¡ni sacándome la ropa!

III
 Como una yegua de Troya
rebasada de espartanos,
llegué de puertos lejanos
y urdí una regia tramoya

a fin de arrasar su tropa...
mas no pude dominarlo,
persuadirlo, subyugarlo,

¡ni bañándome en su copa!


IV
¡Tanto esfuerzo! ¡Tanto mérito!
¡Tanta paciencia invertida!
¡Qué despilfarro de vida!
¡Cuánta pasión! ¡Cuánto crédito!

y ni así, ni siendo fiel,
circunspecta y sibilina,
cual Penélope argentina,
conseguí enlazarlo a él…

ni bañándome en su copa,

ni sacándome la ropa,

ni granjeándome un laurel…


;)




FUENTE WEB CONSULTADA:


www.culturagrecolatina.com.ar

www.maspeligrosaquemonoconpistola.com.ar



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POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .