Es
un día de marketing… o quizás la excusa
para validar el resto de los días
en que no he tenido a tu bebé en mis brazos,
en que me he escondido en mis propias porfías.
Se me están negando un poco las palabras
¿estarán cansadas de tantas poesías?
casi lesionadas, me piden el cambio.
Se me están muriendo de melancolía.
Y aún así, con unos conejitos viejos
que encontré en mi oscura galera vacía,
te escribo esta carta encolumnada en versos
(por simple capricho de costumbre mía…)
Como si unas pocas palabras bastaran
para compendiar la honra y la alegría
que es andar las horas teniendo a una hermana
(dato, que obviamente… vos ya conocías)
para validar el resto de los días
en que no he tenido a tu bebé en mis brazos,
en que me he escondido en mis propias porfías.
Se me están negando un poco las palabras
¿estarán cansadas de tantas poesías?
casi lesionadas, me piden el cambio.
Se me están muriendo de melancolía.
Y aún así, con unos conejitos viejos
que encontré en mi oscura galera vacía,
te escribo esta carta encolumnada en versos
(por simple capricho de costumbre mía…)
Como si unas pocas palabras bastaran
para compendiar la honra y la alegría
que es andar las horas teniendo a una hermana
(dato, que obviamente… vos ya conocías)