Ir al contenido principal

POEMA PIFIADO





I

Nací con estrella errada,
y erré, pisando caminos,
sin mejorar los destinos
con los que fuera signada.


¿ Por dar todo ? Tuve nada;
si me asomo el sol se vela
y cuando busco una vela: 
el pabilo está cortado,
los fósforos se han mojado
y el Magiclick se rebela.




Pero si acaso una chispa
¡milagro!!!! logro encender,
de pronto comienza a arder
toda la cuadra ¡se crispa!


como una turba de avispas
el fuego entero la abrasa,
quinientos bomberos pasan
con sus mangueras enormes,
inundando hasta los bordes
de las tejas de mi casa.




II

Y si se salva el jardín
de semejante desgracia,
sobre el vergel y su gracia,
una chorrada de orín


de un perro desubicado
me fumiga lo sembrado
en un trabajo de ¡años!
regando hasta su confín:
las violetas, el jazmín,
y el garbo de los geranios.




III

Fulminé las margaritas.
De tantas que he deshojado
a crecer han renunciado
para siempre, pobrecitas...


Las entiendo ¿A quién no irrita?
que veinte veces por hora
te pregunte una señora
si un tipo la quiere - o no-
¡Lo mismo habría hecho yo
que las pobres margaritas!


- ¿Y las rosas ? - Nada queda
de esos mágicos punzones
que apuñalan corazones
con sus pétalos de seda.


Dispusieron una veda
porque no las enviaron
a tiempo. Se resignaron,
como se muere una flor
cuando no es signo de amor,
y sin más: se marchitaron.



IV

En fin, mi suerte es ladina
y así, en la vida herrumbrosa,
siempre que tuve una rosa
me quedé con las espinas.


¿ Y completando la inquina ?
me enamoré ciegamente
de un Fulano reincidente,
que me dejó a su manera:
plantada como palmera,
sin la chancha y sin los veinte.




Así, con la estrella errada
Fortuna me vio nacer,
¿y qué le vamos a hacer?
a esta altura, poco y nada.




Y mal (pero acostumbrada)
¡no me pienso replegar!
No hay mula que sin porfiar
haya alcanzado la cumbre,
aunque menguada en su lumbre,
vaya más lento en su andar.



V

En alto siempre el orgullo
sobre mis ruedas cuadradas,
voy sorteando las granadas,
los tiros y el pedregullo.



¿ Y si un cañonazo tuyo
me embocara en el pescuezo ?
Pondría mi cuerpo leso
de pie en un heroico giro,
y con mi último suspiro:
.

¡ TE HARÍA LLEGAR UN BESO !  (*)





(*) Creeme: 
T e - l o - h a r í a - l l e g a r...










 

Entradas populares de este blog

OBRAS (IN) COMPLETAS - libro de poemas

 NUEVO LIBRO DE POEMAS  ❤ P ARA ACCEDER A LOS TEXTOS HAGA CLICK AQUÍ: OBRAS (IN) COMPLETAS    ARG,  febrero de 2023

POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .